"La ternura es la base ética del sujeto"
Considerado uno de los precursores de la carrera de psicología en la Universidad de Buenos Aires, dejó de ejercer allí la docencia cuando la noche de los bastones largos (1966); tarea que pudo retomar en la década de los setenta desde la cátedra de Psicología Clínica de Adultos. Allí introdujo las llamadas Asambleas Clínicas: cientos de alumnos reunidos ni más ni menos que para pensar: “Ellos mismos eran objeto de la clínica; se observaban como comunidad”.Su trabajo se centró en la “numerosidad social”, tal como denominó a los distintos colectivos humanos con quienes trabajó sus técnicas “para generar pensamiento crítico”. Fue elegido presidente de la filial Buenos Aires de la Federación Argentina de Psiquiatras.
Fue didacta de la Asociación Psicoanalítica Argentina, a la que renunció en 1971 como fundador del grupo Documento
Durante el siniestro proceso militar que vivió la Argentina, se vio obligado a viajar a Brasil (1976), donde continuó desarrollando actividades en el campo de los derechos humanos.
Ya desde antes de partir al exilio, Ulloa tenía como pacientes a personas que habían sufrido la tortura. Fue asesor del Movimiento Solidario de Psiquiatría en el programa con familiares de desaparecidos y presos políticos, y colaboró además en peritajes judiciales para esclarecer casos de torturas durante el terrorismo de Estado. Actuó como perito de parte para Madres de Plaza de Mayo en juicios por apropiación de niños. Uno de sus temas de estudio fue el de la crueldad
“La salud mental –definía–, ajustada a algunas circunstancias, es una producción cultural ”. “La crueldad es el fracaso de la ternura”. “La crueldad; también como la ternura, es una producción sociocultural y antitética, ambas contemporáneas”.
Falleció alos 84 años en 2008, hasta sus últimos días, siguió comprometido con la atención psicoanalítica en su consultorio en la calle Cavia, frente a la plaza Alemania, Buenos Aires.